A principios de este año, el organismo mixto Aguas de Saltillo (AGSAL), conformado por el gobierno municipal y la empresa francesa Veolia, puso en marcha un innovador sistema para detectar fugas de agua, el cual se basa en el adiestramiento canino.
Al frente de esta iniciativa tenemos a “Manchas”, un Bretón español de apenas un año y medio de vida que ha recibido un entrenamiento especial para localizar filtraciones subterráneas con un alto grado de precisión.
De acuerdo con una gráfica compartida por AGSAL, este ejemplar es el primero en incorporarse a tareas de este tipo en nuestro país. Equipado con 300 millones de células olfativas, resulta capaz de detectar cuatro gotas de cloro en una piscina olímpica de 2.5 millones de litros, lo que se traduce en una eficiencia superior al 96%.
Por su parte, Mariana, compañera y entrenadora de “Manchas”, explicó que el proceso de detección comienza con un sistema compuesto por 190 sensores que monitorean el flujo de agua en una red de 3 kilómetros de tuberías, las cuales abastecen a una población aproximada de un millón de habitantes.
Cuando se identifica una anomalía en el caudal, un sistema de fotografía satelital delimita el área de búsqueda a un radio de 400 metros. Posteriormente, el binomio canino realiza una inspección física de la zona, utilizando el olfato del can para localizar el punto exacto de la fuga.
Una vez fijado, al equipo de detección se le une un geofonista, quien será el encargado de verificar la magnitud del daño. Así, las reparaciones se llevan a cabo, en la mayoría de los casos, en un plazo no mayor a 24 horas.
Hasta el momento, “Manchas” ha identificado poco más de 230 fugas, trabajando cuatro horas diarias de lunes a viernes. Gracias a esta increíble labor, se redujo la pérdida de 14 litros de agua por segundo, volumen suficiente para abastecer a 3 mil 200 familias.