A lo largo de la historia, hemos podido conocer historias protagonizadas por perritos que amaron y acompañaron a sus dueños hasta el fin de sus días.
Sin duda, la más famosa de ellas es la de “Hachiko”, un perrito de raza Akita que, durante 9 años, esperó al profesor Hidesaburo Ueno en la estación de Shibuya, Tokio, luego de que repentinamente el hombre muriera mientras daba una clase.
Tal y como lo explica la película “Siempre a tu lado”, el doggo nunca entendió que su amo había fallecido, por este motivo, lo esperaba en la estación de tren como era su costumbre.
Desde entonces, “Hachiko” se convirtió en el ejemplo perfecto de lo leales y cariñosos que los perros pueden llegar a ser con sus dueños; no por nada son considerados como los “mejores amigos del hombre”.
Ahora, un perrito oriundo de la Ciudad de México ha captado la atención de miles de usuarios de las redes sociales, debido a que, al igual que “Hachiko”, se quedó a lado de su dueño a pesar de que, tristemente, ya estaba muerto.
La historia de “Jackson” sucedió durante la mañana del pasado lunes 2 de mayo. Alrededor de las 08:00 h, las autoridades capitalinas encontraron el cuerpo sin vida de un hombre en situación de calle afuera de la estación Candelaria del sistema Metro, por lo cual procedieron a acordonar la zona en espera de que los servicios forenses llegaran al lugar.
Al igual que en otros casos, la imagen de lo sucedido captó la atención de los transeúntes, quienes veían la sábana blanca cubriendo el cadáver del sujeto en cuestión. Sin embargo, también lo hizo un perro que estaba acostado junto al cuerpo de su amo fallecido.
Lo interesante es que, a pesar de que intentaron alejarlo del lugar, en ningún momento el canino se movió.
De hecho, la foto de “Jackson” cuidando del cuerpo de su dueño se hizo tan viral que ese mismo día, la alcaldesa de la Venustiano Carranza, Evelyn Parra, informó que su administración ya se estaba haciendo cargo del doggo, que quedó al cuidado de médicos veterinarios de la Clínica Veterinaria Pública de la alcaldía, con la esperanza de que en un futuro cercano, sea adoptado y encuentre un nuevo hogar.