En los últimos días, constantes lluvias han aparecido en diferentes partes de nuestro país, trayendo consigo fuertes inundaciones y bajas temperaturas. Ante tal situación, algunos dueños de perros se plantean una pregunta recurrente: ¿dónde deben dormir, adentro o afuera?
Según expertos, hoy más que nunca el bienestar de las mascotas está condicionado por múltiples factores, entre ellos la temperatura ambiente; el espacio disponible en la vivienda; la edad del animal; y, sobretodo, el vínculo emocional con su círculo humano.
En hogares donde el perro forma parte activa de la vida familiar, la decisión sobre su lugar de descanso nocturno va más allá de lo práctico, pues lejos de tratarse de una cuestión meramente estética o de costumbre, el lugar que ocupan para descansar puede incidir de manera directa en su estado tanto físico como emocional, especialmente en contextos climáticos extremos.
Considerando que los perros son capaces de sentir frío en las épocas más frescas del año, incluso aquellos con abundante pelaje, los especialistas coinciden que deben dormir sí o sí bajo el techo resistente de una casa convencional.
La posibilidad de compartir la misma zona, explican, no implica necesariamente ceder en confort o reglas del hogar. No se trata de permitirles subir a la cama o compartir cuarto, salvo que los miembros de la familia estén de acuerdo, sino de habilitar un sector interior donde puedan estar seguros y tranquilos frente al clima exterior.
Esa simple medida previene afecciones respiratorias, dolores articulares y evita trastornos en su salud emocional.