El agua está presente en el planeta en poco más del 70%, no obstante, de todo este porcentaje sólo el 2.5% pertenece a agua dulce. La naturaleza es sabia, estas cifras son suficientes para que el ciclo del agua se lleve a cabo de manera exitosa, pero la incidencia del hombre ha agotado las principales fuentes de agua dulce, como consecuencia el 20% de todos los pozos subterráneos del mundo, corren el riesgo de secarse en las próximas décadas.
A esta conclusión llegaron investigadores de la Universidad de Santa Bárbara, California, en un estudio que alarma a la humanidad. La mayor parte del agua utilizada en las grandes urbes y de explotación industrial, se obtiene a través de pozos subterráneos. No obstante, no se tiene un registro de las cantidades de agua que se extraen y por lo tanto, tampoco se sabe cuánta agua queda en ellos.
Para intentar llenar este vacío, los investigadores han analizado la construcción de millones alrededor del mundo. Esto para conocer el estado de los niveles de agua presentes en ellos y el riesgo de quedarse sin agua. Se analizaron los registros de construcción de 39 millones de pozos.
Según los cálculos de los investigadores, entre el 6% y el 20% de estos pozos subterráneos, corren el riesgo de secarse en las próximas décadas.
La demanda de agua supera en gran medida a la capacidad de la naturaleza de proveer el líquido vital, lo que se conoce como estrés hídrico.
Además, este factor no se ha tenido en cuenta para la construcción de nuevos pozos subterráneos que podrían albergar menos cantidad de agua de la esperada. Por esta razón, se secarán tan rápido como los pozos, por el decrecimiento del nivel del agua en el subsuelo.
Consecuencias del calentamiento global
El estrés hídrico es la principal razón del desabastecimiento del agua, pero además de esto, el calentamiento global también juega un papel muy incidente. Muchos sitios alrededor del mundo han comenzado a sufrir graves sequías como consecuencia del calentamiento global y la ausencia de precipitaciones.
El ciclo del agua está cambiando con el derretimiento de los casquetes polares, que a su vez cambian las corrientes oceánicas que inciden directamente en el clima. Es verdad que la extracción desmedida de agua es la razón principal de su escaseamiento, pero las actividades antropogénicas están causando también cambios a nivel planetario, que afectan directamente los ciclos fundamentales para la vida.