A este tipo de lagarto solo se le observa de color turquesa en su hábitat, en cautiverio se torna verde. El “Dragoncito” del sur de la Sierra Madre Oriental es una especie endémica de México. Es un lagarto de cuerpo escamoso perteneciente al subgénero Abronia, que definen a un grupo de especies que viven en los bosques. Una fotografía de un ejemplar publicada en Reddit alcanzó más de 127.000 vistas y ha recibido más de 1.300 comentarios tras las primeras 24 horas de su publicación.
El ejemplar de la fotografía es una lagartija arborícola de la especie Graminea de color azul turquesa que vive en los Estados de Puebla y Veracruz. La mayor parte de estos lagartos son de color verde, aunque existen de color turquesa en su hábitat natural, según explica a Verne Natalia Fierro, del laboratorio de Herpetología del Instituto de Biología de la UNAM. “Las gramineas de este color son muy llamativas, sus escamas tienen una coloración que va del amarillo verdoso al turquesa”, comenta vía telefónica.
Sin embargo, es poco común encontrar ejemplares de este color, que se produce por su alimentación. “Es una alimentación muy específica que les proporciona esta coloración”, dice la investigadora. “Aún no se sabe a qué se debe, pero cuando son llevados a cautiverio pierden la tonalidad azul y se vuelven opacos”, señala.
Al ser tan llamativos, esta especie se encuentra en peligro de extinción. La Abronia Graminea se añadió a la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza desde marzo de 2007. Conocido como “dragoncito” del sur de la Sierra Madre Oriental, esta especie está amenazada de dos formas. En primer lugar, la aniquilación por personas que creen que es peligrosa. “Muchas personas creen que son venenosas por su color azul y por su lengua negra, pero no representan ningún peligro”, dice Fierro.
Por otro lado, existe una red de comercio ilegal de Abronias Gramineas entre México y Europa. En 2016, cuatro ejemplares fueron recuperados por la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) en el Aeropuerto de Colonia (Alemania). “Se llegan a pagar hasta 300 euros (unos 7.000 pesos mexicanos) por un ejemplar”, detalla Fierro. La autoridad ambiental ha señalado que entre 2005 y 2017 se aseguraron 97 ejemplares, aunque no existe un número preciso de cuántas lagartijas pudieron ser vendidas de modo ilegal dentro o fuera del país.
Aunque estos animales pueden vivir en cautiverio, la especialista de la UNAM recomienda no comprar este tipo de especie, porque además de que pierden su coloración, se pone en riesgo la supervivencia. “No son mascotas y es muy complicado mantenerlos vivos”, detalla Fierro.