En vísperas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que tendrá como sede la ciudad de Belém, el Gobierno de Brasil autorizó la exploración de reservas marítimas de petróleo frente al Amazonas.
Según reportaron medios locales, recientemente la petrolera estatal Petrobras recibió una licencia por parte del Instituto Brasileño de Medio Ambiente, con la cual podrá explorar un área considerada vulnerable por los ecologistas ubicada a 500 kilómetros de la desembocadura del río Amazonas.

La autorización, explican, llegó tras un proceso que se alargó durante cinco años y que se ha caracterizado por constantes tensiones entre dicha empresa y la dependencia, que en un principio se oponía a dar luz verde.
Al respecto, el ministro brasileño de Energía, Alexandre Silveira, celebró la decisión, pues, según sus palabras, “asegura el futuro de la soberanía energética” del país carioca.



