El mundo de las artes marciales mixtas se sacudió con la condena de Caín Velásquez, quien recibió cinco años de prisión por intento de homicidio. En 2022, el excampeón de la UFC persiguió y disparó contra Harry Goularte, acusado de abusar de su hijo de cuatro años. Durante el ataque, el padrastro de Goularte, Paul Bender, resultó herido en el brazo.
El juicio se llevó a cabo en San José, California. Aunque la fiscalía solicitaba 30 años, el juez dictó una sentencia más leve, considerando factores atenuantes. Además de los cinco años de prisión, Velásquez cumplirá cuatro de libertad condicional. Su tiempo bajo arresto domiciliario podría reducir su permanencia en la cárcel a un año.
Durante la audiencia, Velásquez mostró arrepentimiento y aceptó su responsabilidad. Su abogada, Renee Hessling, calificó la resolución como "agridulce", pero mantiene la esperanza de que su cliente pueda reconstruir su vida.
A lo largo de su carrera, Velásquez se consolidó como uno de los mejores peleadores de la UFC. Obtuvo el título de peso pesado en dos ocasiones, destacando su victoria sobre Brock Lesnar en 2010. Tras su retiro en 2019, incursionó brevemente en la lucha libre profesional.
El caso ha generado un debate sobre la justicia y la desesperación de un padre que buscaba proteger a su hijo. La comunidad deportiva sigue de cerca lo que viene para Velásquez tras este episodio que marcó su vida.