El equipo Red Bull ha sido señalado por supuestamente modificar la altura de sus monoplazas, en una posible infracción de las normas de la FIA. Según informes, se utilizó un dispositivo prohibido en la parte delantera de los vehículos, lo que podría proporcionar una ventaja en la pista. Aunque Red Bull reconoce el dispositivo, niega haberlo usado en las carreras, mientras la FIA mantiene abiertas sus investigaciones.
La FIA no se ha pronunciado oficialmente, pero ha tomado la decisión de intensificar las inspecciones en las seis carreras restantes de la temporada. La medida busca garantizar que todos los equipos compitan en igualdad de condiciones, y evitar cualquier tipo de manipulación ilegal. La presión se incrementa con cada nueva carrera en el calendario.
En el Gran Premio de Estados Unidos, la FIA pondrá en marcha un sistema de sellos especiales para asegurar que no haya modificaciones irregulares en los monoplazas. Mientras tanto, Max Verstappen lidera el campeonato de pilotos, y Red Bull está al acecho de McLaren en la tabla de constructores, a solo 41 puntos de diferencia.
Si se comprueba que Red Bull violó el reglamento, las sanciones podrían ser desastrosas para el equipo. Desde multas hasta la posible descalificación, el futuro de la escudería en la F1 está en juego mientras la investigación avanza.