La NBA, en conjunto con la FIBA, ha dado un paso firme hacia la creación de una liga europea, consolidando su expansión global. Con la participación prevista de 16 equipos, 12 con plazas fijas y 4 de acceso por méritos deportivos, el proyecto busca integrar tanto clubes ya establecidos como nuevas franquicias en ciudades estratégicas del continente.
Ciudades con una fuerte tradición deportiva como Madrid, París, Berlín y Milán suenan como posibles sedes, lo que fortalecería el impacto del baloncesto en Europa. Además, clubes de fútbol como el PSG y el Manchester City han sido considerados para establecer alianzas en este ambicioso plan.
Uno de los grandes desafíos será la relación con la Euroliga, la principal competencia del baloncesto europeo. Adam Silver, comisionado de la NBA, ha resaltado la intención de trabajar en conjunto con la FIBA para una integración armoniosa y beneficiosa para todas las partes.
Más allá de los retos, este proyecto representa una revolución en el baloncesto europeo. La combinación del talento del continente con la estructura y espectáculo de la NBA podría generar una liga de primer nivel, captando la atención de los aficionados a nivel mundial.
El proyecto aún está en fase de planificación, pero la determinación de la NBA y la FIBA sugiere que esta liga podría convertirse en una realidad en los próximos años, transformando el panorama del baloncesto europeo.