La Ceremonia de entrega de los Cascos de Oro de la Liga Mayor en su edición número XXIX se convirtió en una emotiva celebración del fútbol americano en México. Llevada a cabo en el campo "La Pradera" de Búfalos Toluca, resaltó el impacto de Alejandro "El Canario" Morales en la preservación y difusión del deporte a través del Salón de la Fama del FBA de México, ubicado en Toluca, un recinto que refleja más de 50 años de historia. La figura de Leonardo Lino también fue recordada con gran cariño, destacando su brillante trayectoria en los Pumas de la UNAM, Cóndores y Potros Salvajes, equipos en los que dejó una marca histórica a finales de los 60 y 70.
Uno de los momentos más conmovedores de la jornada fue la presencia de la esposa de Leonardo Lino, quien recibió un emotivo reconocimiento en honor a su esposo, fallecido en marzo pasado. La solemnidad del instante recordó el profundo respeto que la comunidad del fútbol americano tiene por sus leyendas, rindiendo tributo a un jugador que marcó una época. La ceremonia fue encabezada por Sergio Baz, presidente de Búfalos de Toluca, y José Luis Rodríguez, presidente de la ONEFA, quienes resaltaron la importancia de recordar a quienes han contribuido al crecimiento del deporte en el país.
La entrega de los Cascos de Oro reconoció a los mejores exponentes de la temporada, entre ellos Jahdiel Hernández, de Pumas, como el mejor novato del año, y Fernando Sarabia Rodríguez, de Borregos del Tec de Monterrey, quien se llevó el premio al mejor jugador del año y al mejor quarterback. Otros galardonados fueron Alfonso Cruz Pérez, mejor defensivo; Juan Acosta Miller, campeón anotador; Emilio Lozada del Olmo, receptor del año; y Luis Antonio Cervantes Ramírez, mejor coach de la temporada.
Un reconocimiento especial fue otorgado al periodista deportivo Fernando Von Rossum por sus 50 años como narrador del fútbol americano, un personaje que ha sido testigo de la evolución del deporte y cuya voz acompañó a generaciones de aficionados. Con un estilo simbólico y poético, Von Rossum recordó algunos de los momentos más icónicos de la historia del fútbol americano en México, logrando captar la atención. El evento termino con la fotografía oficial de los galardonados, quienes posaron frente al Recinto glorioso del Fútbol americano.