El Estado de México se caracteriza por ser cuna de grandes campeones nacionales y mundiales en el deporte adaptado. Este es el caso de Adrián Paz Velázquez, quien hizo del lanzamiento de jabalina su pasión y el medio que le ha permitido obtener grandes triunfos para la entidad y el país.
Haciendo a un lado las secuelas de la poliomielitis y diversas cirugías a las que fue sometido en su infancia, siempre se divirtió jugando con sus hermanos y amigos -fútbol, frontón y basquetbol-, hasta que en 1987 conoció el deporte adaptado.
A través de una invitación, comenzó a practicar atletismo en pruebas de campo, tenis de mesa y basquetbol en silla de ruedas. Más tarde, Adrián se especializó en lanzamiento de jabalina F52, y llegó a ser preseleccionado nacional para los Juegos Paralímpicos de Barcelona 1992, pero, al no ser considerada su clasificación, fue relegado de esa justa.
Fue hasta los Juegos Mundiales de Stoke Mandeville, en Inglaterra, en 1995, donde tuvo su primer triunfo a nivel internacional, al obtener el primer lugar en lanzamiento de jabalina e imponer un récord mundial. Un año después, en los JJOO de Atlanta 1996, cumplió el sueño de todo deportista al conquistar la medalla de oro e imponer nuevos récords mundial y olímpico, hazaña que repitió cuatro años más tarde en Sídney 2000, convirtiéndose en bicampeón de la justa.
Un cuatrienio después, el sabor fue agridulce para el deportista del Edoméx, ya que en Atenas 2004 compactaron las categorías y se enfrentó a rivales de la F53, por lo que, a pesar de romper el récord de la F52, el deportista mexiquense se tuvo que conformar con la medalla de plata.
En la actualidad, Paz Velázquez continúa consagrando su vida al deporte, ahora como entrenador e impulsor del deporte adaptado en el Valle de Toluca, formando a otros entusiastas del deporte adaptado a través de su Escuela, que opera en el Centro Paralímpico Mexiquense en la Ciudad Deportiva Edoméx, en Zinacantepec.