A pesar que las actividades eclesiásticas se han reactivado de manera normal, el párroco de la iglesia conocida como la Santa Veracruz, continúa realizando sus confesiones en la explanada de la iglesia.
Cientos de personas acuden a este templo para ser escuchados por el padre, quien los atiende a través de una mampara transparente sin olvidar el cubrebocas en ningún momento.