El boxeo mexicano atraviesa un momento de incertidumbre tras confirmarse que Saúl “Canelo” Álvarez será operado del codo. La decisión llega semanas después de su caída ante Terence Crawford, y obliga al púgil tapatío a retrasar su regreso a los cuadriláteros.
La noticia fue confirmada por el entorno de Turki Alalshikh, figura clave en la organización de los grandes combates en Arabia Saudita. El plan original apuntaba a un regreso en febrero de 2026, pero ahora el calendario se ajusta, con una ventana que va de abril a septiembre del mismo año.
Los especialistas no han revelado el alcance exacto de la lesión, aunque se especula que podría estar relacionada con desgaste en el cartílago o daño en los ligamentos. Lo cierto es que el codo de Canelo ya muestra las huellas de años de exigencia al máximo nivel.
La cirugía implicará una pausa en su actividad profesional y mediática. En lo que resta de 2025, Álvarez reducirá compromisos y se concentrará en rehabilitación para recuperar fuerza, movilidad y confianza en su brazo. Casos similares en otros boxeadores han mostrado que la recuperación suele extenderse varios meses.
El procedimiento quirúrgico no solo representa un reto físico, sino también mental. Aunque los médicos confían en su capacidad de volver en buenas condiciones, persisten dudas sobre si podrá mantener el nivel que lo convirtió en una de las grandes figuras del pugilismo mundial.