Miguel Rueda es, quizá, el aficionado más grande a los deportes -especialmente del fútbol- que he conocido, pues ha materializado su pasión en una vasta colección de playeras deportivas -98 para ser exactos-, sudaderas y polos también.
Algunos pedagogos consideran que el coleccionismo es algo positivo durante la formación de los jóvenes, pues ayuda a forjar el hábito, el cuidado y el ahorro. En el caso de Miguel, fue su madre la encargada de inculcarle este gusto.
"Gracias a ella me gusta el fútbol. Me acercó a él porque también le gusta. Ella tiene una colección de cassettes, y tengo un tío que colecciona películas, discos y las figuras que salen en las galletas y cosas por el estilo".
Así recuerda su primera indumentaria, sin imaginar que se convertiría en un gusto que lo acompañaría a lo largo de los años.
"Existía el famoso tianguis en Toluca, lo que ahora es el mercado de Palmillas, pero antes estaba en la calle Isidro Fabela, desde Las Torres hasta Tollocan. Recuerdo perfectamente que mis papás me compraban algunas playeras, y también tenía un amigo que, a pesar de irle al Toluca, le gustaba usar uniformes, aunque no eran productos originales. Me llamaron la atención las playeras, desde el diseño, hasta el acomodo de los patrocinadores".
Comenzó a hacerse de playeras gracias al esfuerzo, ahorro y sacrificio, pues hay ocasiones en que, como estudiantes, evitamos gastar en transporte y algunas otras cosas para hacernos de un dinerito extra.
"Empecé a comprar playeras del Cruz Azul. Cuando era niño no tenía el poder adquisitivo para hacerlo; ahora tampoco, no soy rico; pero cuando asistí a la prepa y universidad, tuve becas, y afuera del estadio Nemesio Diez encontré una playera de Cruz Azul, del 2012, original. Luego, pensé: ¿por qué no coleccionar las de torneos pasados, que no pude conseguir? Así comencé, hasta conseguir algunas como la de Manchester de Total 90".
Para "Mike" es difícil mencionar una favorita, pero tiene presentes cuáles son las más significativas.
"Tengo que mencionar una del Chelsea que me regaló mi papá en un cumpleaños, porque él siempre ha sido muy especial en ese tipo de regalos. También una de Raúl Zuñiga después de un partido con la UDG (la primera que me regaló un futbolista); y algunas difíciles de encontrar de mi equipo, Cruz Azul, como la de Rafael Baca o la de la Final del 2018 contra América".
Por si fuera poco, también cuenta con todas las playeras de la selección desde 2002. Sin embargo, la colección para Miguel aún no está terminada, pues, además de playeras, quiere agregar balones.
La pasión por el deporte lo llevó a cumplir el sueño de formar parte del equipo de trabajo de un club profesional de fútbol, además de volverse comentarista y narrador para Ultra 101.3, donde lo pueden escuchar los lunes y domingos, junto a un gran grupo de comentaristas de primera.