En todo el mundo los «Cheetos», o el nombre que tenga en sus países, es una sensación que se ha metido a fuego en la cultura popular, con ese sabor inigualable y sobre todo esos dedos que se convierten en naranjos gracias al polvillo que suelta agarrarlos.
Y resulta que a este fenómeno especial, Pepsi-Co quiso hacerle un homenaje, erigiendo una estatua en una localidad de Canadá.
¿Por qué este particular homenaje?:
«Frito-Lay, la filial de PepsiCo que comercializa los icónicos snacks, ha decidido poner una gigantesca estatua de cinco metros en la pequeña localidad canadiense de Cheadle. ¿El motivo? el polvo naranja que se te queda pegado a los dedos cuando comes Cheetos se llama Cheetle, que pronunciado en inglés suena como Cheadle. Así que, qué mejor que una estatua de un ganchito gigante para aprovechar este gracioso juego de palabras», sostiene una reseña en Gizmodo en inglés.
“¿Dónde más podría la marca Cheetos honrar al icónico Cheetle, sino aquí?”, afirmaba James Gosteli, presidente del Cheadle Community Club, en un comunicado compartido por la marca
Fuente: digitaltrends