En la era digital, las amenazas cibernéticas evolucionan constantemente, adaptándose y sacando provecho de cada avance tecnológico.
La última de ellas lleva por nombre Quishing, un término que combina las palabras “QR” y “pishing”, y hace referencia a una técnica que utiliza códigos QR maliciosos para engañar a los usuarios y robarles información tanto personal como confidencial.
Según los expertos, el Quishing es una variación del phishing tradicional, donde los delincuentes virtuales envían correos electrónicos fraudulentos para obtener datos delicados. En este caso, los atacantes generan códigos QR, los cuales redirigen a sitios web falsos diseñados para parecer legítimos.
Dichos módulos pueden ser distribuidos de diversas maneras: impresos y pegados en lugares públicos; vía e-mail; e incluso integrados tanto en publicidad online como offline.
Debido a la creciente popularidad y conveniencia de los códigos QR, la técnica Quishing ha resultado particularmente efectiva. Por tal motivo, la policía cibernética recomienda a los usuarios de dispositivos móviles verificar el origen de cualquier código QR antes de escanearlo; descargar aplicaciones de seguridad; y manejar su información personal de la manera más discreta posible.