Con el avance en el diseño de los celulares, cada vez se agregan más funciones a la vez que se pierden otras con el fin de hacerlos más cómodos e innovadores. Si bien, a veces estos cambios parecen exagerados, innecesarios o hasta bobos, algunos tienen razones lógicas que no se distinguen a simple vista.
Uno de los mayores cambios que se han dado en los últimos años es que los smartphones ya no permiten remover la batería del equipo, característica que antes la mayoría de los celulares tenían, pero que hoy en día solo los celulares de gama baja parecen mantener, y existen varias razones detrás de ello.
Celulares más delgados
Como seguramente recordarás, los celulares del pasado solían ser más anchos y grandes, lo cual suponía un problema para la mayoría, ya sea si llevabas tu celular en un bolsillo o en una bolsa aparte.
En la mayoría de los casos, la batería era la causante de que los celulares adquirieron dicho tamaño, principalmente por la necesidad de su panel trasero para encerrar todo el circuito que lleva. ¿La solución? Crear equipos que no usaran baterías removibles, y con ello, el mencionado panel ya no era necesario.
A prueba de agua
Con los celulares dejando de usar baterías removibles, sus carcasas se volvieron más herméticas.
Gracias a un diseño más cerrado y con menos accesos a los circuitos internos, los teléfonos móviles pudieron volverse cada vez más a prueba de agua y líquidos; y es que si hay menos lugares que permitan la potencial entrada del agua, hay menos posibilidades de que los equipos sufran daño por ello.
Mejor seguridad
Por último, hacer innacesibles las baterías trajo consigo mejores medidas de seguridad, sobre todo en caso de robos o extravíos, pues es casi imposible que alguien le pueda retirar el centro de carga.
Esto ayuda a que los celulares sean más fáciles de localizar ya que constantemente están prendidos o cuando menos, con energía.