El pasado 2 de abril, el robot explorador “Perseverance” cumplió 59 semanas explorando la superficie de Marte.
Ubicado en el Cráter Jezero, el equivalente al Gran Cañón del Planeta rojo, el rover lleva poco más de un año buscando evidencias de vida pasada o presente. Mientras recorre las profundidades de este lugar, “Perseverance” también ha escuchado el entorno extraterrestre; sin embargo, sólo ha registrado silencio.
A principios de esta semana, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) emitió un comunicado sobre qué se puede escuchar sobre la superficie de nuestro vecino galáctico. Desafortunadamente y a pesar de sus esfuerzos, “Perseverance” únicamente ha registrado el sonido de sus pasos contra el piso marciano.
“…El gemido mecánico del rover, el clic en un ligero viento maricano, el zumbido de los motores del ingenuity, el helicóptero de Marte, y el golpe crepitante de un láser que rompe rocas son algunos de los sonidos que nuestra robot ha recopilado durante su misión”, informó la NASA.
Estos resultados, según la Agencia, indican que por ahora no existe alguna evidencia de vida que haya interactuado con “Perseverance”. Pero más allá de que aún no se haya encontrado vida extraterrestre en Marte, el silencio en el Planeta Rojo revela las condiciones de velocidad del sonido en la superficie, pues de acuerdo con los expertos, éste se propaga más lento en comparación con la Tierra.
“En la Tierra, los sonidos normalmente viajan a 343 metros por segundo, pero en Marte, los sonidos de tono bajo viajan aproximadamente a 240 metros por segundo, mientras que los sonidos de tono más alto se mueven a 250 metros por segundo”, explicaron.
Al respecto, los investigadores asumen que dichas variaciones se deben, principalmente, a que la atmósfera de Marte es diferente a la nuestra.
Ejemplo de ello es que ahí consta de una “delgada y fría” capa de dióxido de carbono; como consecuencia, los sonidos más agudos sencillamente no se perciben.