Tal parece que incursionar en la industria de las telecomunicaciones será la nueva tendencia entre los líderes de los países más poderosos del planeta.
Prueba de ello es Donald Trump, quien la semana pasada anunció la creación de Trump Mobile, una compañía telefónica 100% estadounidense, la cual, según sus palabras, ofrecerá un servicio asequible y de calidad para los habitantes del país norteamericano.
Ahora, harto de plataformas extranjeras como WhatsApp y Telegram, Vladimir Putin lanzó su propia aplicación rusa de mensajería instantánea bajo el nombre de Max.
De acuerdo con medios locales, el desarrollo de este programa se basó en un software nacional y para funcionar su número de usuarios diarios debe superar, al menos, las 500 mil personas.
Sin embargo, a diferencia de las apps populares, Max también será útil para ejecutar otras funciones además de mandar mensajes, tales como realizar servicios públicos; intercambiar archivos de hasta 4GB; llamadas optimizadas para redes inestables; constructor de chatbots; y capacidad para firmar documentos de manera digital.
En primera instancia, podrá descargarse en sistemas operativos iOS, Android, Windows y macOS, aunque sólo estará disponible para números de Rusia y Bielorrusia.