Una nave de la NASA se impactó contra un asteoride, con lo que logró desviar la trayectoria del cuerpo que venía hacia la Tierra.
La nave se estrelló a más de 20 mil kilómetros por hora contra su objetivo, el asteroide Dimorphos.
Los científicos reunidos en el centro de control de la misión en Maryland celebraron ante las imágenes del asteroide acercándose hasta poco antes del impacto.
En la transmisión en vivo se observaron claramente las rocas en la superficie gris del asteroide situado a 11 millones de kilómetros de la Tierra.
Dimorphos mide 160 metros de diámetro y no representa ningún peligro para nuestro planeta. Es el satélite de otro asteroide más grande, Didymos, alrededor del cual giraba en órbita.
☄️ Por si te lo perdiste ayer (o simplemente quieres revivirlo): estos son los últimos momentos de la nave espacial #DART en su curso de colisión con el asteroide Dimorphos, el cual no representa un peligro para la Tierra: pic.twitter.com/lZZfFKRdNe
— NASA en español (@NASA_es) September 27, 2022
Ambos han estado orbitando el sol durante una eternidad sin amenazar a la Tierra, lo que los hizo candidatos ideales para esta prueba.
El ejercicio de ayer se trata de la Misión DART (Double Asteroid Redirection Test), cuya nave despegó en noviembre pasado de California.
Nos embarcamos en una nueva era, en la que tenemos potencialmente la capacidad de protegernos de un impacto de asteroide peligroso”, declaró Lori Glaze, directora de ciencias planetarias de la NASA.
Esto servirá para comprender la composición de Dimorphos, representativo de una población de asteroides muy comunes, y por tanto medir el efecto que esta técnica, denominada impacto cinético, puede tener sobre ellos.
No, no es la trama de una película. Todos lo hemos visto en cintas como Armageddon, pero lo que está en juego en la vida real es alto’’, manifestó Bill Nelson, administrador de la NASA.
Ninguno de los asteroides conocidos amenaza a la Tierra durante, al menos, los próximos 100 años.
Los resultados del impacto de la sonda DART serán evaluados por la sonda Hera.
Estamos cambiando el movimiento de un cuerpo celeste natural en el espacio, la humanidad nunca había hecho esto antes”, dijo Tom Statler, científico jefe de la misión.
Es algo sacado de los libros de ciencia ficción y de los episodios de Star Trek de cuando era niño. Y ahora es real”.