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Publicado en CURIOSIDADES

El nardo, una aromática flor mexicana

Viernes, 20 Diciembre 2019 09:25 Escrito por 

La flor de nardo es una de las maravillas de la flora mexicana, generalmente apreciada por la belleza de sus flores y su intenso pero agradable perfume. Es originaria del centro y sur de México, y fue importada a España por el fundador del primer jardín botánico de Sevilla. Más tarde los holandeses se apropiaron de su cultivo hasta extenderse también a Francia e Italia.

Esta planta es poco conocida pero altamente difundida dentro de la floricultura. El nombre nardo flor viene del latín “nardus”, pero los aztecas la llamaron Omixochitl o flor de hueso. También es conocida como tuberosa blanca, amiga de noche y vara de San José.

Una de las cualidades olfativas más conocidas de las flores de nardo es su capacidad de destilar perfume por horas, y su olor se hace más intenso hacia las últimas horas del día.

De las flores originarias de México, el nardo se hace notar en la perfumería de lujo. Algunas marcas inspiran sus exquisitas fragancias en esta flor, aunque muy pocos perfumistas se atreven a trabajarla por considerarla una flor “difícil de domar”. Durante el renacimiento era una flor prohibida porque se creía que su aroma embriagaba a las jóvenes y adolecía su voluntad.

La flor de nardo, de flores hermosas y perfumadas, pertenece a la familia de las liliáceas y sus variedades sencillas son más perfumadas que las de flores dobles.
Actualmente es usada en la perfumería moderna a través de la técnica “enflourage”, que consiste en la superposición de pétalos frescos sobre una bandeja impregnada de una materia grasa a la que quedan adosados los pétalos.

Posteriormente se reemplazan éstos por pétalos nuevos varias veces hasta saturar de partículas olorosas la materia grasa que, tras su evaporación, dará como resultado una pasta que se utiliza para preparar las más exquisitas y lujosas fragancias.

El olor de estas flores de México es embriagador, penetrante, cautivante y envolvente, a tal punto que llega a resultar narcótico. Es intenso y excesivo, pero suave, sensual y dulce. Entre miel y un ramo tóxico nos recuerda ligeramente al jazmín y al azahar, pero más meloso y afrutado.

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