La Esfinge tuvo un momento «astronómico distintivo» durante el equinoccio de primavera cuando, en un florecimiento brillante, el sol se puso sobre su hombro este19 de marzo, de acuerdo con el Ministerio de Antigüedades de Egipto.
Este fenómeno ocurre solo dos veces al año, durante los equinoccios de primavera, en marzo, y otoño, en septiembre, explica esta fuente.
Durante el equinoccio, el eje de la Tierra no apunta hacia o lejos del sol; esto significa que los hemisferios norte y sur reciben por igual la misma cantidad de luz solar. En otras palabras, el día y la noche tienen la misma duración.
Asimismo, es bien sabido que los gatos disfrutan tomando el sol, y la Esfinge, de 74 metros de altura, no es la excepción. La mítica figura, mitad hombre y mitad león, está tallado en la roca madre de piedra caliza. Su rostro podría mostrar semejanza con el del faraón Kefrén, cuarto rey de la dinastía IV del antiguo Egipto (2575-2465 a.C.), quien ordenó la construcción de las segunda y tercera pirámides de Giza, según menciona la Enciclopedia Británica.
La Esfinge también se encuentra estratégicamente ubicada, de modo que durante el solsticio de verano, en junio, el sol se oculta justo entre las pirámides de los faraones Keops y Kefrén. Esto sugiere que los antiguos egipcios posicionaron a propósito la estatua híbrida del hombre león.
«Este fenómeno demuestra que los arqueólogos se equivocaron cuando dijeron que los antiguos egipcios habían encontrado una roca antigua por accidente y la habían convertido en una estatua de un rostro humano y un cuerpo no humano», escribió el Ministerio de Antigüedades de Egipto en una publicación de Facebook.
