Sin la majestuosa parroquia de estilo europeo que se alza en el centro de San Miguel de Allende, probablemente esta ciudad de Guanajuato no sería una de las más anheladas a visitar o a habitar por personas de todo el mundo.
El creador de la imagen de este templo no fue un afamado arquitecto traído de Alemania; sino un albañil bajito de estatura, algo regordete y al que la pobreza persiguió desde la infancia. Su nombre era Zeferino Gutiérrez Muñoz.
Y decimos creador de la imagen porque debe saberse que la parroquia de San Miguel de Allende no siempre ha sido como la conocemos actualmente; pues en un inicio fue de estilo plateresco. Con el tiempo la iglesia empezó a presentar fisuras y resquebrajamientos. Por ello se le pidió al albañil Zeferino que cambiase toda la fachada, pero nadie imaginó que estas modificaciones fueran a ser tan drásticas.
Con base en unos grabados de la catedral de Colonia, Alemania, que el albañil celosamente guardaba en su casa; empezó a hacerle una fachada neogótica a la parroquia. Para concretar su visión, Zeferino extrajo cantera rosa de las faldas del extinto volcán Palo Huérfano.
Después remodelar la Parroquia de San Miguel
Aquellos trabajos iniciaron en 1880 y terminaron 10 años después.
De inmediato vinieron las críticas a la obra de Zeferino; dijeron que sus líneas verticales rompían con el estilo barroco de líneas horizontales predominante en el pueblo.
Con el tiempo la gente empezó a aceptar el diseño de su parroquia e incluso a quererla. Un documento recoge el siguiente testimonio de un especialista de la época llamado Guillermo García:
“Le faltan 20 metros de altura y le faltan cientos de toneladas para alcanzar la esbeltez ojival; pero es encantadora en su candidez la Parroquia de San Miguel simboliza el talento nuestro para nacionalizar estilos”.
Zeferino Gutiérrez Muñoz murió el 23 de marzo de 1916, durante una epidemia de tifo y en pleno conflicto revolucionario.
Fuente: mexicodesconocido