Arqueólogos británicos han descubierto una alineación de pozos prehistóricos con la forma de un inmenso anillo externo, construida hace aproximadamente 4 500 años, cerca del monumento megalítico ubicado al sur de Inglaterra, uno de los lugares más visitados por los turistas. Este hallazgo abre nuevas vías de investigación sobre un conjunto arquitectónico que mantienen multitud de incógnitas.
“El tamaño de los pozos y el circuito que forman rodeando el Muro de Durrington no tiene precedentes en el Reino Unido”, señalan los investigadores. El muro no es tan conocido como el crómlech (el círculo de menhires clavados en tierra). Unos surcos apenas indican la existencia de uno de los mayores asentamientos en Europa, de hace casi 5 000 años.
Los trabajos de campo realizados por científicos de distintas universidades han permitido hallar un círculo de unos dos kilómetros con varios pozos de más de 10 metros de diámetro y cinco de profundidad, a unos tres kilómetros de Stonehenge. Las pruebas realizadas sobre el terreno sugieren que el anillo data del período neolítico y se estima que los 20 pozos que hay en él pudieron servir como perímetro de una zona sagrada, según los arqueólogos. La mayoría de ellos habían permanecido ocultos, o simplemente se creyó que eran construcciones para labores de pastoreo.
“Restos de sílex tallado y de huesos fueron recuperados en los sedimentos primarios, y las pruebas de carbono 14 han mostrado rastros de origen neolítico en el limo más profundo de uno de los pozos”, han explicado los responsables del hallazgo en la página web Internet Archaeology, donde fue dada a conocer la noticia.
Los investigadores han resaltado el grado de exactitud con que los responsables de la construcción midieron la distancia desde el circuito de piedra central, hasta los pozos, que trazan un círculo que indica ciertos conocimientos matemáticos y una intención de otorgar sacralidad al lugar.
Los arqueólogos han resaltado también que este hallazgo permitirá conocer un poco más sobre el paisaje que dominaba Stonehenge hace miles de años. Los expertos utilizaron una mezcla de trabajo arqueológico y labores detectivescas en un proceso que no necesitó excavaciones para llegar a este “extraordinario descubrimiento” y redactar “un nuevo capítulo en la historia del paisaje de Stonehenge”, concluyó Snashall.