En una medida temporal tomada por las autoridades de Perú, Machu Picchu se vio obligada a cerrar tres de sus zonas más emblemáticas, las cuales sufren de desgaste lítico, es decir, relacionado a la piedra.
De acuerdo con Maritza Rosa Candia, directora del Ministerio de Cultura peruano, el Templo del Cóndor, la Intihuatana y el Templo del Sol permanecerán bajo mantenimiento, toda vez que el alto número de visitantes les ha ocasionado importantes daños.
Y es que según datos de la misma dependencia, a esta zona histórica, catalogada como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, diariamente arriban casi 4 mil turistas, entre locales y extranjeros.
“El daño es irreversible. Tenemos que proteger nuestro patrimonio”, señaló la también arqueóloga.