Esta semana quedará marcada en la historia del arte moderno luego de que “El Retrato de Elisabeth Lederer”, de Gustav Klimt, se convirtiera en la pintura más cara.
Durante una subasta organizada por la casa Sotheby´s de Nueva York, la obra alcanzó la increíble cifra de 236.4 millones de dólares, lo anterior pese a que en la segunda guerra mundial casi fue destruida.
Según describe la institución, se trata de una pieza al óleo que data de entre 1914 y 1916, en la cual se ve a la protagonista homónima envuelta en una túnica con motivos florales. A nivel estético, destaca el contraste entre la nívea figura de la joven de entonces 20 años y la intensidad de la alfombra en tonos anaranjados
Como dato curioso, la confusión que produce el fondo de la pieza se debe a que, al parecer, el artista austriaco no logró concluirla.
*Fuente: Sopitas