“Tan pronto vi a mi madre le dije: `No he muerto y, además, tengo algo por qué vivir, ese algo es la pintura´”, relató Frida Kahlo durante el primer encuentro que tuvo con su madre tras sufrir aquel accidente de tránsito que cambió para siempre su vida el 17 de septiembre de 1925.
Precisamente, en conmemoración de los 100 años de este acontecimiento, La Casa Azul instaló la exposición temporal “Frida Kahlo. Pintar por Accidente”, la cual propone una lectura íntima del modo en que la artista más famosa de nuestro país vivió y afrontó las consecuencias de dicho accidente.
De acuerdo con Perla Labarthe, directora del museo, la presente muestra fue creada a partir de documentación y una exhaustiva investigación del archivo de Frida, en el que se encontraron escritos de su propia autoría.
“Pintar por Accidente”, detalló, se encuentra dividida en tres núcleos:
- “El tranvía”: Pone en contexto la realidad de los medios de transporte y de comunicación en la que sucedió el impacto, tanto en palabras de la autora como en investigación hemerográfica.
- “El accidente”: Aquí se muestran testimonios de Frida sobre lo acontecido, acompañados de fofografías y algunos documentos de interés.
- “El renacimiento”: Dedicado a la forma en que la pintura se volvió parte sustancial del día a día de la artista, así como a la ayuda de su madre.
Cabe mencionar que si bien se ubica dentro de las instalaciones de la Casa Azul, esta exposición no afecta el recorrido original del recinto, pues puede ser apreciada en el ala lateral del jardín principal.
*Fuente: El Sol de México