Machu Picchu es una de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo Moderno, y una de las principales razones por las que miles de turistas visitan Perú. Sin embargo, cuando parecía que ya se sabía todo acerca de este maravilloso complejo arquitectónico, nuevos secretos están saliendo a la luz. El último de ellos fue el descubrimiento de una red de canales fluviales oculta bajo el manto de la espesa selva que rodea este lugar.
El reciente hallazgo fue hecho por parte de un equipo de investigadores polacos y publicado en la revista Journal of Archaeological Science.
Se trata de alrededor de una docena de pequeñas estructuras que se ubican a menos de cinco millas de los restos de la antigua ciudad inca del siglo XV, justo a las afueras del sitio ceremonial Chachabamba.
Durante la investigación, los expertos recurrieron al uso de nuevas tecnologías como el escáner LiDAR, debido a lo complicado que resulta explorar una zona densamente poblada por vegetación.
Chachabamba se encuentra en el valle de Vilcanota, al sureste del país sudamericano. Los restos arqueológicos ubicados en este sitio son un altar principal de piedra redeado por catorce baños que, probablemente, eran usados para rituales de purificación.
“El agua fluía hasta el sitio a través de canales alimentados por el río Urubamba. Sólo personas muy privilegiadas podían llegar a Machu Picchu, porque era un lugar muy especial”, explica Dominika Sieczkowska, líder de la investigación.
“Cuando ibas allí, tenías que parar en Chachabamba para tomar un baño espiritual y así estar limpio y puro para llegar a Machu Picchu”, agrega.
Pero la relación entre Machu Picchu y el agua no es nueva. De hecho, una de sus muchas maravillas son las fuentes litúrgicas que abastecían de este líquido vital a toda la ciudad, además de una red subterránea de canales de irrigación construida especialmente para alimentar las terrazas agrícolas.