Cada 16 de noviembre se celebra el Día Internacional del Patrimonio Mundial. En esta fecha, pero del año 1972, fue firmada en París la Convención sobre Patrimonio Mundial Cultural y Natural, que sentó las bases para desarrollar este tipo de protección cultural.
En total, existen 1 007 bienes declarados como Patrimonio Mundial, repartidos en 161 países. Se dividen en tres categorías: bienes culturales, naturales y mixtos. Se trata de lugares, monumentos o sitios considerados como excepcionales, universales y únicos por sus características.
México cuenta, en la actualidad, con 35 espacios inscritos en esta lista de la UNESCO, de los cuales 27 son culturales, 6 son naturales y 2 son mixtos. El Estado de México hace gala de 4 de ellos, uno enclavado en territorio mexiquense, dos compartidos con los estados colindantes de Michoacán e Hidalgo, y uno más comprendido, además, por los estados de Guanajuato, Zacatecas, Ciudad de México, y los estadounidenses Texas y Nuevo México.
Zona arqueológica de Teotihuacán (inscrito en 1987)
Situada a unos 50 km de la Ciudad de México, la ciudad sagrada de Teotihuacán (lugar donde fueron creados los dioses) fue edificada entre los siglos I y VII. Se caracteriza por sus monumentos de vastas dimensiones, en particular por las pirámides del Sol y la Luna y el templo de Quetzalcóatl, que están dispuestos con arreglo a un trazado geométrico y simbólico a la vez. Esta ciudad fue uno de los focos culturales y artísticos más importantes de Mesoamérica y su influencia sobrepasó ampliamente los confines de la región circundante.
Santuarios de la mariposa monarca (inscrito en 2008)
La Mesa, en San José del Rincón, Mecheros y El Capulín, en Donato Guerra, Piedra Herrada, en Temascaltepec. Con una extensión de 56 259 hectáreas, esta reserva de la biosfera se sitúa en medio de montañas con mucha vegetación, a unos 100 km al noroeste de la Ciudad de México. Alberga una gran variedad de microclimas y numerosas especies endémicas de flora y fauna. Cada otoño, millones de mariposas monarcas procedentes de extensas áreas de América del Norte anidan en pequeñas zonas del bosque de esta reserva, tiñendo sus árboles de color naranja. Literalmente, el peso de tantas mariposas llega incluso a plegar las ramas. En la primavera boreal, estas mariposas comienzan una migración de ocho meses hacia toda la parte oriental de Canadá. Nacen y mueren durante un período de cuatro generaciones consecutivas. Aún se ignora cómo logran encontrar su camino hasta su lugar de hibernación.
Camino Real de Tierra Adentro (inscrito en 2010)
También conocido como “Camino de la Plata”, en el Estado de México comprende tres lugares: el Museo Nacional del Virreinato en Tepotzotlán y su antiguo Colegio de San Francisco Javier, el pueblo de Aculco y el Puente de Atongo en Soyaniquilpan. Esta ruta comienza en la Ciudad de México y llega hasta Texas y Nuevo México, en Estados Unidos. Utilizado entre los siglos XVI y XIX, este camino servía para transportar la plata extraída de las minas de Zacatecas, Guanajuato y San Luis Potosí, así como el mercurio importado de Europa. Aunque su origen y utilización están vinculados con la minería, el Camino Real de Tierra Adentro propició el establecimiento de vínculos sociales, culturales y religiosos entre la cultura hispánica y las culturas amerindias.
Acueducto del Padre Tembleque (inscrito en 2015)
Construido en el siglo XVI, este acueducto se ubica en la meseta central mexicana, entre los estados de México (Nopaltepec) e Hidalgo. El complejo hidráulico está constituido principalmente por una zona de captación de aguas y fuentes, una red de canales, un conjunto de depósitos y una serie de puentes-acueductos. Uno de estos puentes posee la mayor arcada de un solo nivel construida en todos los tiempos para una obra de esta clase. Emprendida por iniciativa del fraile franciscano Tembleque, su realización fue obra de las comunidades locales. Los métodos utilizados para su construcción atestiguan la doble influencia de los conocimientos europeos en materia de sistemas hidráulicos –especialmente los romanos– y de las técnicas tradicionales mesoamericanas de utilización de cimbras de adobe.