En medio de un día repleto de movilizaciones feministas, un pequeño niño con sus dos perritos salchicha marcha junto a las mujeres para exigir justicia por las que ya no están.
Bajo el fuerte sol de marzo, el joven y sus mascotas acompañan al contingente hasta su destino final, la Secretaria de la Mujer, donde por fin y después de un largo camino, pudieron descansar.