¿Prevención de la violencia contra la mujer?
AMLO mantiene su popularidad casi intacta
- La Ley de Bomberos del Estado de México que tenía por objetivo dignificar las condiciones de trabajo de este sector, no es la única norma meramente decorativa en la entidad, allí está la Ley de Amnistía, por citar un ejemplo, que ha arrojado pocos beneficiarios sentenciados o procesados por delito de alto impacto, pero con presunción de inocencia, violaciones a proceso jurídico o a los derechos humanos. Lo que el estado parece requerir no son bonitas leyes reconocidas por la ONU, sino operantes en el territorio para las que fueron acuñadas, y eso se consigue no con la norma en sí, sino con su correcto ejercicio, sin tráfico de influencias ni distingos económicos o sociales.
- En días recientes el ayuntamiento de Toluca realizó un curso de defensa personal para las empleadas que laboran en este lugar, el curso fue justificado como parte de las acciones que se realizan para erradicar la violencia contra la mujer, y fue impulsado por la Cuarta Regidora, Mariela Mora. Es de llamar la atención el manejo que le dan a este tipo de actos, pues no es cuestionable el curso por sí mismo y que las mujeres aprendan a reaccionar ante un ataque físico, sin embargo, puede ser cuestionable que se justifique como “prevención de la violencia”, ya que no se previene, se reacciona, lo que puede llegar a ser doblemente peligroso para la víctima y finalmente no se ataca la raíz del problema que está comprobado que se registra en el interior del seno familiar. Es necesario que se tomen verdaderas acciones de prevención de la violencia contra la mujer, pues no es un tema menor y mucho menos que se pueda resolver con un curso rápido de defensa personal, donde se están invirtiendo recursos y tiempo de los participantes, pero que además se difunde en las plataformas oficiales del ayuntamiento.
- Algo que debe llamar la atención en todos los círculos políticos y sociales del país es la marcha que realizó el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador el pasado domingo, y ya no tanto por si hubo acarreados o no, por si regalaron tortas con frutsi a los asistentes, o por el hecho de que su marcha fue mayor o menor a la realizada con antelación para apoyar al INE. Lo verdaderamente importante es que el Presidente continúa teniendo un fuerte arrastre social que ninguno de sus antecesores pudo mantener en su cuarto año de gobierno. Ni Enrique Peña, Calderón, Fox y mucho menos Cedillo, tendrían, con todo y acarreados, la capacidad de movilización que mantiene el tabasqueño, sólo hay que hacer un poco de memoria para recordar que con Peña Nieto y Felipe Calderón, se tuvieron que llevar camiones a la plancha del Zócalo para llenar el Grito de Independencia, y peor aún con Vicente Fox, pues su popularidad casi terminó en cuanto llegó a la Presidencia. El hecho de que López Obrador mantenga un amplio poder de convocatoria, debe de dejar en claro al resto de las fuerzas políticas que continuará siendo el rival a vencer aunque no aparezca en las boletas electorales, porqué con acarreados o sin ellos, su popularidad es tal que ninguno de los ex presidentes pudo si quiera intentar realizar una caminata similar durante su gestión.