Aunque son pocas, aún quedan personas que se detienen a comprar algún periódico o revista en los kioskos ubicados en diversos puntos de la capital mexiquense.
Y es que las redes sociales han ido desterrando poco a poco a los rotativos, sin embargo, los vendedores y dueños de puestos de periódicos han tenido que recurrir a vender otro tipo de productos, como dulces, cigarros, juguetes y hasta cubre bocas.