- Parece complicado que, a pesar del riesgo sanitario latente, el Gobierno del Edoméx retorne a semáforo rojo y, honestamente, lograr un balance entre la reactivación económica y preservar la salud de los mexiquenses se antoja bastante complicado, pues significa apostar a la concienciación de la ciudadanía, método que no ha funcionado antes para otros cientos de temas. Esperemos que realmente se logre el balance esperado y no termine siendo peor el remedio que la enfermedad.
- En la Legislatura local, ya se siente el 2021, y no será nada extraño que en lo sucesivo los posicionamientos se polaricen aún más. Ya se percibe la conformación de los bloques electorales a la hora de las votaciones, sobre todo las sensibles: Morena-PT-PES e independientes refrendan el “Juntos Haremos Historia”; el Verde, que va con Morena a nivel federal, en la entidad se quedó con PRI-PAN-PRD. Ambos bloques se agarraron del chongo por la falta de medicamentos para la atención de niños con cáncer; los primeros defendieron al presidente de la República, los segundos lo atacaron.
- En su momento, las autoridades del Estado de México, así como las federales, señalaron que por la diversidad y diferencia en la evolución de la pandemia de COVID-19 en distintas zonas, la entidad sería dividida en cuatro regiones para el Regreso Seguro y en cada una operaría un semáforo de riesgo diferente; sin embargo, hasta el momento se ha generalizado uno solo para todo el territorio. Y aunque ya se anunció que el estado continuará en color naranja, la zona norte y el Valle de Toluca, por estadísticas, están en rojo y no se han puntualizado acciones concretas encaminadas a revertir su situación.